En qué parte de mi cuerpo resides,
que eres dueña de todo...
de cada gesto,
cada canto,
cada lloro.
En qué pensamiento vives
que prende mi pasión
hasta volverme loco.
Dime, amor, si resides
en los pasos de mi vida,
paseos de tu sombra.
Dime, amor, dónde resides.
Que acabe esta deriva
entre tu boca y mi boca.
miércoles, 3 de octubre de 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)