lunes, 3 de agosto de 2009

Y ahora...

Y ahora que ya no existo,
supongo que me dará por muerto
todo el estiercol que alimentó esta nueva vida,
La que vive del aire, asciende con el humo,
y levita sobre sus cabezas.

Supongo que habrá fiesta
en una casa que no huele a hogar;
que encenderán velas, pero no la que un día apagaron.
Supongo que se bañarán en la piscina,
pero no lavarán su culpa.

Brindad copa a copa, por los que os la quedais,
bebed sorbo a sorbo, que el último será el más amargo.
Lo sirve la casa y pago yo.

Sí, viví

Probablemente,
hoy tuvieses razón cuando dijiste que viví de ti.
De tus besos,
de tus caricias,
de tu amor,
de tu cuerpo siempre limpio,...
Sí, reconozco que viví de ti.

domingo, 2 de agosto de 2009

Casa no hace hogar, ni sueño realidad.

Volvemos a contarnos nuestros propios cuentos; que son los únicos que nos creemos; los que nos creamos con la única intención de vivirlos si alcanzamos el objetivo del sueño más profundo. En ellos nos convertimos en sultanes o princesas, pero nunca en satanes ni en bellacas. Son parte del engaño a que sometemos a la razón para borrar lo que no se nos dio. O aquello que dejamos escapar por culpa de una mala borrachera de pasión, o de un mal sueño de amor.
Pero de qué sirve dibujar la vida de cuento, si los cuentos, cuentos son. De qué nos sirve escapar de la vida en un sueño, si los sueños, sueños son. O acaso no fue real el daño y el dolor por el sentimiento y el desamor. ¡A ver si al final todos vamos a ser sultanes o princesas…!
No, perdona; pero no te permito que interpretes mis sueños, ni juzgues mis cuentos. ¿Acaso lo hago yo con los tuyos?. Aquellos de niña feliz en casa de cuento de hadas; de boda de princesa con príncipe azul… No sólo no los juzgo, si no que te perdono por no haber sabido escoger al protagonista.
Sólo un quijote enamorado vería castillos y reinas en sus elucubraciones. Y como casa no hace hogar, ni sueño hace realidad; ahora que me has despertado, compruebo que lo que fueron castillos, ahora son ventas; y donde un día vi una reina ahora sólo veo a una aldeana.
Perdón por este despertar, pero al despertador se le olvidó besarme.
/* BLOGGER ANALYTICS ----------------------------------------------- */